MADRE MARIA SERAFINA LEMERY

Nuestra comunidad de Burgos fue fundada en 1892, respondiendo a una petición del Sagrado Corazón de Jesús, que se fue manifestando gradualmente a la Hna. María Serafina Lemery, religiosa profesa del Primer Monasterio de Madrid.

A la llegada a Burgos, de la Madre y primeras Hermanas Fundadoras, encontraron un clima frío, pero una acogida calurosa. Primeramente, se alojaron en unas habitaciones ofrecidas por las Hijas de la Caridad, quienes estaban al frente del Colegio de Saldaña. Allí fueron tratadas con inmensa caridad, pero se debía buscar otra casa donde poder establecerse y la encontraron el calle Fernán González, 80. Después de hacer algunas obras de adaptación, a ella se trasladaron, con la estrechez y pobreza que suele darse en todos los comienzos. Fueron llegando vocaciones y la casa era pequeña para seguir recibiendo más aspirantes, por lo que se debió pensar en adquirir un terreno en el que edificar un monasterio.

Naturalmente, no fue sin dificultades y apuros económicos, pero, finalmente, el 24 de Octubre de 1897 pudieron trasladarse al nuevo edificio, donde hoy sigue la comunidad actual, en la calle Barrantes, 4.

Cuando las Hermanas llegaron, faltaba la iglesia y poco a poco se fue construyendo, con períodos en los que se debía suspender la obra por falta de recursos, pero al fin, quedó concluida, con la belleza y majestad que hoy se contempla, siendo dedicada, como era natural, al Sagrado Corazón de Jesús.

Queremos incluir aquí una anécdota, ocurrida cuando se pensaba en la necesidad de la construcción del monasterio:

Hablaron a M. María Serafina de un terreno muy apropiado para lo que deseaban. También a ella le agradó, pero, no disponían de la suma necesaria para pretender su compra, por lo que pidió echaran medallas del Sagrado Corazón y de San José, por encima la tapia de dicho terreno, confiando así al Cielo, su necesidad. A la vez, emprendieron una campaña de oración a San José urgiéndole su intercesión.

Un día el Director de los Hermanos Maristas, salió de casa dispuesto a cerrar el contrato de adquisición del mismo terreno; al llegar a la tapia, fue detenido por un caballero totalmente desconocido para él, que, directamente, le preguntó a dónde iba. El buen religioso se sintió contrariado por semejante pregunta, pero, condescendiente, le comunicó su intención, a lo que el desconocido le respondió que desistiera de su intento, pues la Superiora de la Visitación, deseaba edificar allí su monasterio. Se despidieron y el Hermano Marista, se dirigió a la casa en la que vivían las hermanas y pidió hablar con la Superiora, a quien preguntó si era cierto que pensaba edificar su monasterio en dicho terreno. M. María Serafina, quedó fuertemente sorprendida, pues, ¿cómo podía saber su intención aquel religioso? Una vez repuesta de la impresión, le dijo que sí, que esa era su intención y, sin más, el Hermano Marista, desistió de la suya.

Juzgando la Madre que tenía el Cielo de su parte, se animó y esa misma tarde escribió al dueño de la propiedad, el cual, bajó a la mitad el precio de la finca y facilitándoles el pago a cuando buenamente pudieran las religiosas.

Siguieron llegando vocaciones, dando continuidad en la ciudad de Burgos al espíritu de San Francisco de Sales, hasta el día de hoy.

La Madre María Serafina Lemery, falleció el 26 de Marzo de 1915, dejando un reconocido ejemplo de santidad, no solo entre sus hijas, sino también para quienes en la ciudad tuvieron ocasión de conocerla.

Es sabido que la Orden recibió de Jesús, a través de santa Margarita María de Alacoque, la misión de adorar y dar a conocer Su Corazón, es decir, el Amor que tiene a los hombres y su deseo de que ese Amor sea acogido por ellos.

En nuestra comunidad, siguiendo en esta misma línea, hacemos el APOSTOLADO DE LA MISERICORDIA DIVINA desde 1989, a través de la difusión de impresos, celebración de culto en nuestra iglesia, etc.

El Corazón de Jesús, se le mostró rodeado de luz y fuego; tenía una enorme espina clavada en la parte superior de dicho Corazón. El Señor mismo le reveló su significado: las faltas de caridad de las almas consagradas.

En reparación de cuanto le ofenden dichas faltas, Jesús le pide se establezca un convento de la Visitación, donde reine el espíritu de caridad fraterna y sencillez, a semejanza de la que se vivía entre los primeros cristianos;

Madre María Serafina nos ha dejado escritos profundos sobre el Corazón de Jesús y la fundación de Burgos,

Al leerlos vemos con admiración cómo, algunas de las profecías que ella describe, se están cumpliendo.

Desde el año 1989, como dijimos más arriba, nuestra comunidad de Burgos lleva adelante el apostolado a la Misericordia Divina. De muchas partes de España y de otras naciones nos piden material para divulgar este hermoso mensaje de Misericordia. Madre María Serafina escribe en varias partes de sus cuadernos: "Y este Monasterio será el centro desde donde se distribuya al mundo la Misericordia Divina". Grande fue nuestra sorpresa cuando leímos estas líneas. Estábamos haciendo el apostolado sin saber que nuestra Madre Fundadora lo había predicho. ¡Bendito sea Dios que hace obras grandes con instrumentos tan pequeños, al Él solo la Gloria!

En 1910 las hermanas de Burgos fundaron el monasterio de Salamanca, con la ayuda de la superiora y algunas hermanas de Pamplona.